Visitadas
Las sombras dibujan el alba
Desordenadas formas minerales y silentes
Tapiada
Esta oficiante se abre el pecho
Y salen banderas
Jaulas
Caballos ciegos que no saben las trampas de la pradera
Estoy enamorada de un guardia de la fuerza imperial
Y riego los helechos
Los martirizo con el humus y mi sangre de doncella
Antaño era feliz
Contenida
Reverente
Como una corte sumaria de gorriones
La ceniza es agria
Y lo compruebo
(abro la ventana y veo cómo se comen las hojas del naranjo)
son pardos
masculinos
parsimoniosos
y me hacen guiños. Yo abro las piernas, lentamente. Como una bailarina.
de Mirna Figueredo Silva, Palma Soriano, Cuba
Profesora universitaria y asesora de Literatura en la Casa de la Cultura de Siboney, esta poeta ha merecido diversos premios y ha publicado varios poemarios. Actualmente tiene en preparación un libro de cuentos para niños.
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