La ternura no basta

La poesía hispanoamericana del siglo que acaba de pasar estuvo signada por un crisol de voces que tuvieron tesituras como un César Vallejo, Pablo Neruda, un Nicolás Guillén y por supuesto que el inefable José Lezama Lima.
Este mes de mayo, por azar concurrente, une la fecha de nacimiento y de muerte de un poeta salvadoreño que hizo aportes importantísimos a la poética finisecular. Me estoy refiriendo a Roque Dalton que nació un día como hoy del año 1935 en San Salvador.
En más de una ocasión obtuvo el Premio Centroamericano de Poesía otorgado por la Universidad de El Salvador. En 1962, su poemario "El turno del ofendido" fue mención en el premio Casa de las Américas. En el mismo certamen "Taberna y otros lugares" mereció en 1969 el Premio de Poesía. Murió asesinado el 10 de mayo de 1975. Su novela "Pobrecito poeta que era yo" apareció póstumamente en 1976.
Hoy, más que una premisa editorial, nos lleva el ánimo de recordar un aniversario (70 de nacimiento y 25 de su muerte) es que presentamos esta antología "La ternura no basta" de Roque Dalton, bajo el sello editorial de Casa de las Américas y prólogo de Víctor Casaus.

Roque Dalton que resumió su manera de abordar el acto creativo al decir:
"Poesía
Perdóname
Por haberte ayudado a comprender
Que no estás hecha sólo de palabras"

Tuvo para con la poesía un matrimonio militante.
Tal vez uno de sus textos amorosos más antologable sea el titulado "Desnuda":

DESNUDA

Amo tu desnudez
porque desnuda me bebes con los poros
como hace el agua cuando entre sus paredes me sumerjo.

Tu desnudez derriba con su calor los limites,
me abre todas las puertas para que te adivine
me toma de la mano como un niño perdido
que en ti dejara quietas su edad y sus preguntas.

Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo
pasa a ser mi universo, el credo que me nutre;
la aromática lámpara que alzo estando ciego
cuando junto a las sombras los deseos me ladran.

Cuando te me desnudas en los ojos cerrados
cabes en una copa vecina de mi lengua
cabes entre mis manos como el pan necesario,
cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra.

El día en que te mueras te enterraré desnuda
para que limpio sea tu reparto en la tierra,
para poder besarte la piel en los caminos,
trenzarte en cada río los cabellos dispersos.

El día en que te mueras te enterraré desnuda
Como cuando naciste de nuevo entre mis piernas.

La poética de Roque Dalton se inscribió en el ancho y rico caudal del conversacionalismo que marcó la poesía del Continente, en aquellas décadas – y aún pervive -, con diferentes matices y mutaciones, en la creación de muchos autores de nuestros días.
A setenta años de su nacimiento y a veinticinco de su muerte la poesía de Roque Dalton deja notar la rabia con que fue escrita, la pasión con que fue acogida y el desenfado de un quehacer que más allá de todo heroísmo nos hace exclamar que la ternura no basta para hacer la patria del poema.

Homenaje a ROQUE DALTON (San Salvador, 14-5-35 / 10-5-75) en ocasión de la presentación de "La ternura no basta" (Antología poética), ayer, sábado 14 de mayo, en la librería Ateneo Amado Ramón Sánchez de Santiago de Cuba.
Texto enviado por el destacado poeta Reynaldo García Blanco.
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