Diario Momarandu
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“Los buenos
poemas agudizan la percepción”
por María
Laura Riba
Lina sabe que “tal vez se
trate de convertirse en puerto”, que hay “bocas dolientes que no saben si decir
o no decir”. Lina es poeta. Lina escribe poemas para ser oídos. Lina Caffarello “tiene un talismán” y lo
coloca sobre la mesa para que nos sirvamos de él.
Poeta, pianista y fotógrafa
artística nacida en Buenos Aires –lugar donde reside– esta mujer trabaja con
las palabras como si se trataran de piedras preciosas. Y eso se nota en su último libro “Alguien
tiene un talismán”.
Reportaje:
- ¿La
música y la fotografía te ayudaron a desembocar en la poesía o fue al revés?
- Empecé
a estudiar piano a los seis años y escribí el primer poema a los once. No sería raro que
el ejercicio continuo de composiciones musicales hayan marcado su influencia en cuanto a ritmos y
estructuras. La fotografía llegó a mi
vida bastante tiempo después.
- ¿Porqué
la poesía y no otro género? En caso de
que también te dedicaras a otro género, por favor, ampliame.
- Los
poemas que escribí durante muchos años, fueron construídos con una rima y una
métrica perfectas. Cuando me di cuenta
de que ese tipo de poesía se estaba
diluyendo ante el auge de la poesía libre, sufrí una gran decepción, la
dejé de lado y me dediqué a escribir cuentos. Hasta el día en que me interesé por un libro
de poesía libre, ganador de un primer premio, y quise saber de qué se
trataba. Descubrí que podía profundizar
en ese tipo de poemas. Fue una
experiencia asombrosa, un redescubrimiento.
– Contame
qué son Tamaño Oficio y El Escribidor.
- “Tamaño
Oficio” es una revista de Literatura, dirigida por la destacada poeta y
escritora Lucila Févola, que en el 2005 cumple veinte años de trayectoria. En ella se publican cuentos, poemas,
ensayos, reseñas de libros y trabajos sobre escritores valiosos generalmente no
recordados como se debiera.
“El
Escribidor” es un weblog grupal de expresión y difusión literaria. Allí ponemos textos cortos, colaboraciones que nos envían desde
distintas latitudes. Me resulta
sumamente interesante estar al tanto de qué y cómo se escribe día a día en cada
lugar del mundo. Es una buena forma de
conocer y conocerse.
- ¿Considerás
que últimamente las palabras están bastardeadas?
- No
las palabras en sí mismas, sino por quienes las escriben y cómo las usan.
- ¿Inspiración,
trabajo o las dos cosas?
- Cada
poema es distinto; algunos pujan por ser escritos, otros requieren mucho esmero. Aparte de eso, el pulido de cada uno
y la “afinación” del conjunto implican el rigor del trabajo.
- ¿Cómo
trabajás cada palabra, el ritmo y la imagen?
- Llevo
incorporados el ritmo y la imagen, en eso sí aparece la influencia de mis
estudios de música y fotografía. Y cada palabra
tiene que ajustarse exactamente a ellos.
- ¿Porqué tu último libro “Alguien tiene un talismán” lleva el título de uno de los versos del poema “La larga casa” y no de otro? ¿Porqué hacer descansar en ese verso el peso total del libro?
- El
libro encierra una búsqueda. Se trata de oponer a todo mandato la fuerza
vital y mágica de la poesía. Esto ya
tiene sus raíces en la niñez: el poema “Calesita” establece una dimensión
tierra-cielo y uno de los elementos mágicos es la sortija. “Hippopotamus” se abre a lo sagrado, a la
oración que nos trasciende y también contiene lo mágico. “Balada” opone al muro los racimos, las
burbujas, las mariposas, las espumas; lo mágico del juego cobijado por la
sombra arquetípica de Haroldo Conti. El
poema “El nudo” habla del nudo como mandato y de trapos cosidos por el mismo canto, porque el canto
representa lo mágico, la poesía, la libertad. “El
lago”, con su pájaro de oro, escencial y obstinado, es un viaje alquímico. El
talismán inclusive está en “El arca” como ese copo de voces inventando el mundo.
Son
muchos los ejemplos, pero además del verso que le da nombre al libro, en
definitiva la poesía es esa catedral que
estrena su memoria y también está en “La larga casa”.
- ¿Cómo
considerás este libro?
- Para
mí los textos poéticos deben ser peldaños planteados dentro de la indagación,
siempre en movimiento. “Alguien tiene un
talismán” lo demuestra no sólo a través de la diversidad de los temas, sino
también por sus estructuras, ritmos, lenguaje…
El libro anterior, “Suma y resta”,
fue distinto, y el próximo también lo será.
La repetición ahoga a la poesía.
- ¿Sirve
para algo un poema? ¿Porqué escribís?
- Los
buenos poemas agudizan la percepción tanto del que los escribe como de quien
los lee, crean pétalos y terremotos, abren la mente a otras dimensiones.
Escribo
para tender un nexo entre la realidad inmediata y la del ser que soy. Por consiguiente, cada poema es un talismán.
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