17.9.05

Lavardén y el Río de la Plata

Otra representante de nuestro país que expuso con éxito su ponencia en la Convención, fue Mirta Cevasco.

Su trabajo versó sobre “Manuel José de Lavardén en la escena literaria del Río de la Plata (1754-1808)”, y el ángulo de su visión abarcó no sólo lo que ocurría en el Buenos Aires de aquella época, sino también lo que, paralelamente, estaba sucediendo en esos momentos en España.

Lo cierto es que Lavardén, con su Oda al Paraná, estaba anticipando la condición de los versificadores rioplatenses quienes, en medio de las contingencias de la militancia patriótica, debían empuñar al mismo tiempo la pluma y la espada.
En su calidad de dramaturgo, autor de la obra Siripo, que sólo había sido representada en rancherías, insistía en señalar la falta que le hacía un teatro a nuestra gran aldea, y no dudó en proclamarlo en el más antiguo de los periódicos publicados en Buenos Aires, el 19 de noviembre de 1801. Tres años más tarde se levantaban los cimientos del Coliseo, que se situó en el mismo predio donde hoy se encuentra el Teatro Colón.
De esta manera nacía otra epopeya: la historia del teatro argentino.

(En la foto, Mariette Cirerol, de rojo, entrega el diploma de ponente a Mirta Cevasco.)
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