16.2.15

Cura


Él es un mar viviente verde.  Ella lo nada, se hunde, 

respira en los abrazos de las hojas.  El hombre 
llegado desde el naufragio la bebe, la alisa, 
la cubre del arañazo de las ramas.  La mujer busca 
esa señal, ese brillo.  Se repliega para envolverlo.  
El hombre se expande, dispuesto a preñarla, 
a fructificarla, a hacerle saltar hijos, pájaros, 
palabras.
Bordean lo blanco, juntos son... la herida y el consuelo.


de Cristina Villanueva, Buenos Aires, Argentina
De "Relaciones textuales". 
Datos y comentario: http://diario-digital.com/cafe-con-ron-viaje-textual-por-cristina-villanueva/
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

La poética de Cristina tiene un sello inconfundible. Inés.

Anónimo dijo...

¡ qué final! extraordinaria narradora, sensualidad que arrasa con su finura. susana zazzetti.