Ella, opacidad sin nombre,
hace brillar el aire
para que otros reinen.
El espantapájaros se asoma
y se suma
a la chueca hilera de zapatos
que simula ocuparse de la loca.
Ocultos, más allá,
unos huesos ahuecados,
y otros que una vez
saciaron los olivos.
Ella, hecha lluvia,
decide rescatar sus manos
y se transforma en río.
de Lina Caffarello, Buenos Aires, Argentina
De "Espumas".
Comentario crítico del libro: http://linacaffarello.blogspot.com.ar/2007/03/la-conmocion-de-saberse-espuma.html
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4 comentarios:
Cuánta intensidad encierra este poema, es asombroso. E.Rai
Toda una historia de vida. Un saludo.
Nicolás
" huesos ahuecados! ¡ cuánto cabe en esta imagen, lina!! muy bello poema.susana zazzetti.
Profundo y hermoso,querida Li.
Abrazos.
Pi & Bu
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