25.2.16

Nave capitana

Es maravillosa la nave de los resplandores que irradia
/tu encuentro.
Y tú eres la nación más rara del mundo,
donde el reposo y la movilidad son uno, y la gloria
/ y el pecado son uno,
como la tonada del mar para el navegante secreto.
Apenas si reconozco esa región de sueños prohibidos
/ y de terrenos húmedos,
firme y deslizante a un tiempo,
en la selva viviente que me guarda como un caracol
/ celeste,
donde me gusta perderme cada noche.
Sin más brújula que tus labios quemantes
y sin otros mapas de orientación
que el de mis palos de a bordo, desnudos
contra todos los vientos de estribor.
En el gran estuario donde se pierde mi floración
/sagrada.

He bautizado tu cuerpo mil veces en la mar océana,
donde navega esa nave capitana
pintada de los siete colores del más tierno amor...
Y allí toda tu recompensa por la que te proclamo
/ Puerto Dulce
de la esperanza de mi vida, es decir,
Puerto de la Generosidad y la Abundancia.
Es decir, Patria mía de la Noche y la impetuosidad.



de Manuel Ruano, Buenos Aires, Argentina
De "Los cantos del gran ensalmador".
Sitio del poeta: http://interraignota-manuel.blogspot.com.ar
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo maravilloso es este poema abundante en resplandores.
Hermoso a más no poder.
María Eugenia Palmer

Anónimo dijo...

Encuentro un decir bello, único, intransmisible, barroco, comparable a los poemas del siglo de oro español pero con un carisma actual. En síntesis, una delicia. Muchas gracias.
Eli More

Anónimo dijo...

Nunca mejor expresado.
César Argüello