El ángel arroja una moneda:
tardará
siglos en caer.
Unos apuestan a la vida.
Unos apuestan a la vida.
Otros apuestan a la muerte.
La moneda gira por los aires,
La moneda gira por los aires,
lentamente,
y
no quiere caer
porque
descree de su suerte.
Mientras tanto, una voz conocida
Mientras tanto, una voz conocida
nos
incita:
¡A elegir! ¡A elegir!
y
todos miramos hacia arriba
esperando
el desenlace.
La sutil diferencia entre creer y no creer
no está en los otros.
¿Apostaste a la vida
La sutil diferencia entre creer y no creer
no está en los otros.
¿Apostaste a la vida
o apostaste a la muerte?
La sonrisa del ángel puede durar un siglo.
La sonrisa del ángel puede durar un siglo.
de Julio Aranda, Buenos Aires, Argentina
De la revista de Literatura "Tamaño Oficio" 30° Aniversario.
______________________________________
4 comentarios:
Impagable, un poema bellísimo obra de un gran creador.
Es evidente que al publicarlo se ha buscado cierta continuación con el ángel travieso del poema subsiguiente, el que a su vez tiene otro enlace con el poema posterior.
Ya había notado secuencias similares en este blog, una cualidad notable.
La nueva carátula me parece muy adecuada.
Muchas Gracias.
Natalia Saenz Valente
fantástico y real: " la sutil diferencia entre creer y no creer no está en los otros" exige un autoexamen. muy buen poema. susana zazzetti.
Hermoso poema. Me encantó. Hoy mi hija termina la secundaria y no sabe qué elegirá para su futuro, todo le resulta incierto. Se lo voy a imprimir junto con otros tantos regalos. Yo creo en el ángel...
Bellísimo, no puedo decir otra cosa que "he aquí EL poema".
Eli More
Publicar un comentario