¿Qué terror es éste, enraizado en la escritura
como oficio y deber, como espinas en la niebla de marzo
que ella no puede quitar y sin embargo canta?
La dulzura de la fe en las palabras que escapan
de su cárcel es semejante a nuestra supervivencia
en esta ciudad sin ángeles.
Vendrá el sol como siempre, a romperse frente
a mi asombro y vendrá la noche como una hilera
infatigable de hormigas.
Y cerraré este cuaderno, y soñaré con árboles
rugosos pero sin heridas.
Y con la clemencia de la luz.
de Paulina Vínderman, Buenos Aires, Argentina
De "Bote negro".
Sitio de la autora: http://www.paulinavinderman.com.ar/
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3 comentarios:
Gracias y más gracias por incluir un poema de esta magnífica escritora.
María Eugenia Palmer
Hermoso. Excelente. Impecable. Y me quedo corto.
Mario Riccioni
Un fino equilibrio. Aquí hay terror, espinas, una ciudad sin ángeles, pero también aparece la contrapartida: canto, dulzura, sol... y la clemencia de la luz.
Eli More
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