8.3.17

A cierta hora

 
“…Estar arrojada de nuevo al pozo de la noche
donde las cosas dejan de ser signos…”
 Pequeña música nocturna Liliana Díaz Mindurry  

a cierta hora
hay baches para ver
nada para decir


una mano hecha puño
el ala desgarrada de algún ángel 

un pájaro deshecho 
algunos rezos
el dedo penitente en la piel firme
un vidrio en la caricia
un beso de serpiente en la memoria
a cierta hora
casi no existe la lucha de la carne
y es fiesta para el trépano
que explota su veneno
gozoso
solitario


a cierta hora
son tan pocos los signos de la voluntad
y tan seguros
el llanto y el vacío.



de Graciela Bucci, Buenos Aires, Argentina
De "Un orden diferente".
Sitio de la autora:  http://www.gracielabucci.com.ar/

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Una mirada abarcativa y demoledora logra crear este brillante poema.
Ignacio Salazar

Anónimo dijo...

Excelente poema de una gran escritora y amiga! Felicitaciones.
David Sorbille

Anónimo dijo...

un poema para analizar y reflexionar. j.dalesio