La rosa se marchitó durante la noche
y, cuando la mañana diluya las sombras,
dirás que las horas fueron impiadosas.
No lo hagas, es la naturaleza de
la especie.
En algún momento, el pétalo, como
la sangre,
se seca y da paso al tiempo
impensado; entonces
la fragancia de la rosa se hace
más intensa
para engañar, como el amanecer, a
la razón.
Por eso elijo la penumbra: en la
beatitud
de la esencia, todo existe; nada
se pierde
cuando se rasga el velo de la
apariencia.
de Jorge Oscar Bach, Buenos
Aires, Argentina
De "El otro que habito",
sector 'Lejano al tiempo'.
Blog del autor: http://jorgeoscarbach.blogspot.com.ar/
3 comentarios:
Interesante... "en la beatitud de la esencia, todo existe"
Muy interesante. F.Arroki.
Todo existe nada se pierde.
Me encanto...
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