Bendito aquél que plantó el árbol de la sabiduría.
Bendita la
serpiente, que con su astucia supo seducir a Eva.
Bendita Eva, que
pudo abrir los ojos y fue capaz de seducir a Adán.
Bendito Adán, que
aceptó comer la manzana podrida.
Y benditas todas las
manzanas podridas del mundo y sus semillas,
que hacen del jardín
primigenio un bosque encantado.
de
César Cantoni, La Plata -Buenos Aires-, Argentina
3 comentarios:
es un buen poema aunque lo de "podridas" estaba de más. creo que lo hubiera debido reemplazar por otro adjetivo más acorde con ese final "encantado". j.dalesio
Es un poema con resonancias, lo que resulta genial.
Gracias, por esta excelente selección poética del mes de noviembre. También, por acercarme las voces entrañables de los amigos Eduardo Dalter y César Cantoni.
Afectuosos saludos.
Susana Valenti
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