La muerte
vestida de amarillo
se agazapa en mí
Sólo hay un dios
ángel o féretro
un idioma salvaje
que en juego de alfiles
marcha hacia el origen
Y ya no quiero ser testigo
Siete lágrimas
deshabitan mis ojos
de la culpa
Reñida a gritos
la vida me amanece
entre sangre de lirios
y de azúcar
de Marcela Predieri - Mar del Plata, Arg.
Desde hace 15 años coordina los grupos DELAPALABRA
E-mail: delapalabra@hotmail.com
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