Verde
en los zanjones con agua estancada,
racimos
de huevos rosados, el croar de ranas.
Naranjas,
limones ruedan como soles,
en
acompasado tañir de campanas.
El
huerto, un solaz trazado con barro,
sencillo
milagro.
Patio
de la casa
con
los mil colores, pobreza angelada,
patio
de retazos,
el
obrero orfebre lo armó con
sus
manos blancas que acarician,
verdes
del cemento,
rojas
de injusticia,
tibias,
sonrojadas con el mate amargo
que
al hogar humilde le derrama magia.
Y
el pincel no para.
Va,
viene y detalla instantes de vida,
la
vida de infancia.
Recuerdos
que juegan
y
ponen colores a momentos negros,
de
grises tristezas
de
furias ahogadas en sábanas blancas.
Y
alegrías eternas,
mañanas
rosadas con mi gato manso,
la
mora madura, la albahaca, un techo de parra,
el
tero guardián que grita y me llama.
Y
vuela
mi hamaca
y
al
cielo celeste lo corta
y
a
la nube blanca
le
habla.
Lilia Cremer, Tigre -Buenos Aires-, Argentina
De la antología “Remanso”.
Su sitio: https://www.facebook.com/lilia.cremer
* Primer Premio Salón del Poema Ilustrado - Ateneo Popular de La Boca 2018.