5.5.08

Con sus huellas digitales, la palabra

El mío
no es gemido de palomas
ni soplo de fuego en la fontana.

No barandal
de luna ni abanico de colores y de cántaros.

Arengo
como tropa de relevo
un sonido sostenido de campanas.

Mi zumo
de árbol se estremece
en la casa de castores de la nada
como palo de ciego que se agita
cuando llora el enebro en la montaña.

Tengo nombre
y sin embargo no conozco
si es que ahora lo pronuncian las cigarras.

En la cumbre de todos los aromas
otea una canción muy triste mi guitarra.

En flecha
de amor viajé hacia el trueno
cerca del lauredal, junto al relámpago,
y en mi entraña de madero se hizo arrullo,
con sus huellas digitales, la palabra.

de Carlos Garrido Chalén, Perú
Del poemario "Idioma de los espejos". Este poeta fue propuesto al Premio Cervantes de España por la Sociedad de Arte de Bolivia.
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1 comentario:

silvia dijo...

las imágenes y la nostalgia que envuelve este poema conmueve. Cordialmente,


Silvia Loustau