12.1.13

Elogio de la emoción tardía

De mi helenismo tardío de cincuentón acorralado
poco puede esperarse.
Los nombres que Homero prodigó
para la permanencia y la metáfora,
reniegan de mi oficio.
Troya, Hades, Ítaca: cielos ahora indiferentes
a los designios del amor.
Cada generación se prueba túnicas, reescribe diálogos,
se despacha con fárragos de citas y alusiones,
conmocionada ante esa enorme, inextinguible 
                                                                                                ceniza.

(Yo soy un impostor que gime por Ariadna,
un pálido convidado de piedra.)

de José Emilio Tallarico, Buenos Aires, Argentina
Poema de su libro "Creés mirar lejos".
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