22.3.05

La Cazadora Quebrada

Sucede muy pocas veces en la vida, que una rosa se desprenda de la noche y llegue a nosotros con todo el esplendor de su belleza.
Sucede pocas veces en la vida que llegue a nosotros un ángel de violenta hermosura,
y convierta su aliento en una mujer, que escribe poemas de sublimación tal,
que hasta el infierno contiene su respiración.
Tal el caso de Alejandra Pizarnik, "Quiero existir mas allá de mí misma: Con los aparecidos. Quiero existir como lo que soy: una idea fija. Quiero ladrar, no alabar el silencio del espacio al que nace."
Vive el día como si pisaras las piedras ardientes del infierno,
parece decir en cada uno de sus poemas,
¿Cuál es el límite?
sin dudas el dios tan buscado que no dejaba encontrarse en su bosque,
era el dios de una pequeña palabra que revelase todo el misterio,
en ese bosque se internó nuestra poeta, allá va buscando el diamante
de una melodía de agua. "Y nada será tuyo salvo un ir hacia dónde no hay dónde. Me alimento de música y agua negra. Soy tu niña calcinada por un sueño implacable. Invitada a ir nada más que hasta el fondo."
Cuando el árbol trata de alcanzar el cielo estirando sus manos, reconoce frustrado
que jamás encontrará su anhelo fin, "explicar con palabras de este mundo/ que un barco ha partido de mí, llevándome."
¿Cuál es el límite?
Si la última palabra estuviera escondida en el altar de los sacrificios,
donde dioses paganos sacrifican poetas,
nada detendría la marcha de la poeta.
Ella camina despacio, se dirige al altar, no hay tiempo de mirar atrás,
"Mi persona está herida....oh ayúdame a escribir el poema mas prescindible...
ayúdame a escribir palabras en esta noche en este mundo."
Silencio, ausencia, un grito que sea capaz de "cubrir los agujeros del alma"
que va desgarrando el rosario sutil que la atan a este mundo.
despacio le va dando la espalda a la vida, fatigada ya de tanto buscar,
Alejandra empieza a perderse de sí misma,
tratando en vano de "yo hablaría de intento de curación o de reparación del poema", o de buscar a aquella cómplice que "me ayuda a compartir el terrible peso de la palabra solitaria"
ya el miedo, ya el gran cansancio extiende sus alas y quiebran los muros de la
poeta, ya el poema se recuesta en alfombras de eternos silencios,
una música suave suena en la casa vecina y un teléfono que nadie contestará.
"Hubiera preferido cantar blues en cualquier pequeño sitio lleno de humo en vez de pasarme las noches de mi vida escarbando en el lenguaje como una loca."

de Jaro Godoy, poeta salteño residente en Mar del Plata, Argentina
El próximo sábado 26 de marzo, en Mar del Plata, el Director de la Fundación de Poetas, René Villar, tendrá a cargo la presentación del libro "La Espada del Silencio", de Jaro Godoy.
http://www.jarogodoy.turincon.com
Para escuchar en la radio de la Fundación De Poetas de Mar del Plata: http://blinda.lookingat.us/fonica.htm
jarogodoy@yahoo.com.ar
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