10.6.06

El jaguar acecha

El jaguar acecha,
oculto entre los cerrazones del pasado.

Sabe de paciencias
aunque menea cadencioso su látigo de fuego.

Sus bostezos emanan bocanadas de neblina
que descienden las laderas y se arrastran
como serpientes por el valle.

Cuando amansa su sed con la lluvia empozada
en los morteros de piedra,
sus colmillos
tiñen de oro furtivo
la siesta.

De vez en cuando,
desde el bajo,
alguna mirada se eleva
y se acerca,
-curiosa o devota-
hasta quedarse empollándose entre sus garras.

Él,
el guardián de la montaña,
vigila desde su atalaya
nuestro deambular de hormigas.

de Celia Sarquís, Argentina
Poema tomado de "Escritos en La Cueva", Catamarca, Argentina
celia_sarquis@arnet.com.ar
________________

1 comentario:

Cruel adonorem dijo...

mientras mas te alejás de los grandes centros urbanos, crece el gusto por un lenguaje de corte provinciano.el regionalismo encargado de encapsular a las personas,tambien- eso es obvio- encapsula su lenguaje, hasta el punto de sobrecargarlo de aptitudes localistas.debe ser por esta razón que el ¨jaguar¨ tiene aire de encontrarse sin vida. porque es la representación del anquilosamiento, de la decrepitud en la que ha ingresado el lenguaje debido a su caracter provinciano.el jaguar de Sarquis se asemeja a las imágenes que se encuentran en las iglesias.con todo su grandielocuente sin sentido