Se desvanecen los sueños cada tanto
y resulta que somos lo que somos:
hipócritas, hambrientos, inválidos
que vuelven de viejas trincheras
con una medalla bajo el brazo
en busca del Banco de Empeños.
La memoria, a veces, gota
de sangre caída en el crepúsculo.
de Gabriel Impaglione, Buenos Aires, Argentina
Texto perteneciente a su poemario "Prensa Callejera".
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