
y deja que la o y la n
formen un eco
y que el eco forme
el círculo rojo
del Sol Naciente
sobre la tela blanca
que viste una mujer.
Repite la palabra Japón
dos veces
y se abrirán
las flores de loto
por miles
sobre un lago apacible
donde hay peces
que se cruzan
formando
sutiles remolinos.
de Enrique Agramonte Robles, nacido en Camagüey (Cuba) reside en Puerto Rico
http://www.thebigtimes.com/
http://www.gibralfaro.net/antologias/pag_1305.htm
http://www.baquiana.com/Numero_XXXIX_XL/S_Poética_II.htm
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1 comentario:
Nunca la palabra Japón sonó tan sensual, puedes creerlo.
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