13.7.08

La dulce sombra querida

La aguja sube y baja como el arco de un violín,
dos dedos la entrelazan y el tercero embiste a dedal;
la tela yace sobre la larga mesa,
y mientras el hilo hilvana con prolija perspectiva
una calle, una avenida, un bulevar o una cortada,
el maestro sastre, que trajo su arte
de la gran ciudad a orillas del Niemen,
proyecta, elabora sueños, diseña con la tiza,
recorta, cose con destreza
y la obra de arte está lista.
Un Durero, Cellini, Rodín de la aguja...
Artista, artesano, plasmó la estela de su arte.
Es la dulce sombra querida...mi padre.

de Andrés Aldao, escritor argentino radicado en Maalot Tarshija, Israel
Texto a modo de prefacio con el que da comienzo a su flamante libro "Aserrín Aserrán".
http://www.artesanias.argentina.co.il/
http://www.escritosdeandresaldao.blogspot.com/
http://www.artesaniaenliteraria.blogspot.com/
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1 comentario:

mercedes saenz dijo...

Es la memoria hecha emoción, nostalgia y la más bella poesía. Afectuosamente. Mercedes Sáenz