20.6.08

Sonsonete

A la hora vertical que ya no duele
devuélveme sin laberintos a encontrarte
arrancado fusilante a contraluz el verso.

(Tu voz cayendo al infinito fruto alado nomeolvides nunca
bruñéndome la oreja).

Bostézame tu amanecer en la quijada
crujiendo tan sublime ambigüedad al dente
tuétano del gesto.

Tras ese dulce cadáver de compases se me van los dedos.

de María Eugenia Caseiro, nacida en La Habana (Cuba) reside en Miami (USA).
http://www.artepoetica.net/M_E_caseriro.htm
http://www.prometeodigital.org/MUESTRA_CASEIRO.htm
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1 comentario:

mercedes saenz dijo...

Mariu: Hay poemas tuyos que se vuelven especiales en el idioma y en el sentido. Este, dentro de tu amplia manera de escribir es uno de ellos. Me encantó. te abraza. Merci