A Mariana Laura Rodríguez
Creyó interpretar esos signos
creyó que podía leer en el vuelo de las aves.
A diestra encendió una estrella,
hacia el lado siniestro
escondió la luna.
La imaginó perfecta:
una estatua de mármol
que se convirtió en sal en sus manos,
un arado que se deshizo en el surco de los versos.
Creyó que el poema era suyo:
no imaginó la muerte que le había tocado vivir.
de Ileana Andrea Gómez Gavinoser, Buenos Aires, Argentina
Del libro compartido "Intra(tra)mas", con imagen de tapa e ilustraciones interiores de esta misma autora.
© ISBN 978-987-1289-21-9
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