supongo que fue una broma
de esas que él sabía hacer
es poco lo que recuerdo de aquella noche
salvo mi caída al mar, la ropa mojada
los cigarrillos flotando en las algas
el rumor del mar
el fuego improvisado entre las rocas
y la vieja petaca corriendo entre los dedos
quisiera volver a esos días
donde devorábamos eternidad
donde el sueño de vivir no nos había aniquilado
donde yo era feliz
aun flotando ahogado en el mar.
de Andrés
Bohoslavsky, de Río Negro / reside en CABA, Argentina
De “Los ojos de Sasha” -en proceso de edición-.
Más del autor: https://convozpropiaenlared.blogspot.com/search/label/Andr%C3%A9s%20BohoslavskyE-mail: vladimirbeat@yahoo.com.ar
2 comentarios:
Felicito tanta fantasía y creatividad. Genial!
El recurso de irrealidad va entretejiendo esta sorprendente historia.
Brillante!
Publicar un comentario