Desentierra
una rayuela
vestigio de infancias infinitas.
Se la arrebata
a la tierra y a la hierba
sobre las que la rayuela era imposible.
Las hormigas y el
tiempo
han legado un cielo impecable.
Rayuela, dice,
los ojos grandes,
las manos sucias.
de Marcelo Juan Valenti, Rosario -Santa Fe-, Argentina
2 comentarios:
Hermoso poema. Anselmo
rayuela, cortázar, la propia niñez, todo cabe en la belleza de una sola palabra, en todo el poema. susana zazzetti.
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