Nada más erróneo
que pensar en la infancia como un tiempo feliz.
¿Acaso, cumpliendo aniversarios,
la breve llama de una vela
no nos quemó algún dedo?
¿Acaso no
lloramos
con la
tenebrosa soledad de Blanca Nieves
o la
transformación de Alicia?
Cuando
crecemos
esto puede
justificar nuestros silencios.
de Susana Valenti, Santa Fe, Argentina
De la
antología "Las 40. Poetas santafesinas 1922-1982", UNL, compilación
de Concepción Bertone.
Blog:
http://susanavalenti.blogspot.com.ar
2 comentarios:
todo deja su impronta, todo nos lleva a ser lo que somos hoy. j.dalesio
Un poema tan bello como cierto. Gracias.
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