19.12.18

En la mar


  “No puedo cantar ni quiero
a ese Jesús del madero…"
Antonio Machado, Saeta

hundo mis manos
            en el lodo
para amasarme
            mujer otra
                      cada día
y cada día
el aguacero ablanda
la frágil costra    su hendidura
el cuchillo del necio
            reinaugura
                        viejas cicatrices
sólo tu luz
            cala hondo
la argamasa informe
tu verbo
            me recrea
raíz y tronco erguido
y enfrenta tempestades
mi proa obcecada
al saber
            que estás ahí
con tu mano extendida

las plantas de tus pies
burlando el mar bravío


de María Magdalena Pascual, CABA, Argentina
De “Punto de inflexión”, libro recientemente editado.
Otro poema: https://elescribidor.blogspot.com/2014/08/debe-existir-una-ciudad.html

4 comentarios:

Unknown dijo...

Muchas gracias, Lina!

Anselmo dijo...

Un poema muy duro que a la vez recompone el status quo.

El AnVerso dijo...


Buen comienzo y buenas imágenes. No obstante es confuso y decae hacia el final.

Anónimo dijo...

El epígrafe se integra para señalar la ruta del poema, no hay que olvidarlo.
Gaby Strauss