Qué esfuerzo el de la tibia por
alcanzar al pájaro,
el del vaso por contener el alba,
el del caballo por ser mariposa.
Qué dolor el del que da de beber a
su propia sombra,
el del que siempre anda descalzo
sobre las brasas.
Qué número el uno irremediable,
qué desnudez la del que nunca
anduvo desnudo,
la del que llora al borde del
pañuelo
su hartazgo de dioses y su hambre
de alimento.
de Carlos Barbarito, Pergamino -Buenos Aires-,
Argentina
De “Poesía
quebrada”.
Reportaje: https://www.lexia.com.ar/Reportaje_Carlos_Barbarito).html
4 comentarios:
O sea, el mundo y sus laberintos.
Aquí ya todo está dicho. Saludos de Ortiz Figueras
Estas metáforas ciertamente son impecables.
simplemente bello. susna zazzetti.
Publicar un comentario