28.5.20

LA ROSA ERRANTE


A María Meleck Vivanco

Las bocas afinan la voz
y salvan las lágrimas de rostros
que nadie toca

lo anuncia el violín del ángel
cuando hace cantar a la rosa errante del silencio.

¡Gloria a la luna llena del perdón!
¡A la rosa blanca de tu asombrero!


María Montserrat Bertrán, Buenos Aires, Argentina
De “En el Mar de su nombre”.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Uauu, qué belleza de poema! Silvia Posse

Ignacio Salazar dijo...

Muy lindo homenaje de 'asombrosas' connotaciones.

Anselmo dijo...

Exultante

Anónimo dijo...

Precioso! -Si no me equivoco este poema recibió un premio -
Eli More

Analía Pascaner dijo...

Bello poema Montse, un gusto encontrarte en la página de Lina.
Mi abrazo
Analía