Una
bellota
de un parque milenario
viajó conmigo en mi bolsillo
de un continente a otro.
En
días asombrados,
era mi compañía y mi amuleto.
No
es una bellota,
alguien me dijo luego.
¿Importa
el nombre de las cosas?
Era mi bellota.
Lucía como tal en el camino.
Sandra Cornejo, La Plata -Bs.Aires-, Argentina
De “Corteza”.
Entrevista: https://lexia.com.ar/Reportaje_Sandra_Cornejo.html
Sitio: http://www.tuertorey.com.ar/php/autores.php?idAutor=119
8 comentarios:
Un poema fascinante: cualquier nombre estará bien siempre que lo veamos como un amuleto.
Me encanta este poema, siempre reconforta tener un amuleto.
Marta Colomaro.
Precioso, me encanta! Lo acabo de subir a mi Face.
Es sensible, es auténtico... y hasta suena compungido, hermoso!!
Muy bien estructurado. El potencial del poema radica en el concepto subyacente.
bellísimo tema. me encantó. susana zazzetti
Muy bonito tu poema, Sandra. Gracias.
Mi abrazo
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