10.2.23

La hora del Soneto



Tres y media de la madrugada

el carrillón marca la hora

como una puntada más

en la costura de la noche.

 

Un libro a medio leer

cae abierto

de la cama al abismo

           espíritus atrapados se liberan.

El alma rebelde de Rimbaud

descarga sus deseos

en la sombra de su sombra

El aroma ardiente de Verlaine

envuelve los versos de sus vidas

 

Nace un Soneto

a dos manos.

 

Gustavo M.Arredondo, Bolívar / Buenos Aires, Argentina

De “Temores y sombras”.
Vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=pCgVEK_q04U

3 comentarios:

Santiago M. dijo...

Muy bueno. Significativo.

Anselmo dijo...

Sobresaliente.

Pablo Mauprat dijo...

Un poema fantástico, le hace honor a los genios de alma trasnochada.