La soledad impone
un escudo de hielo.
Estoy solo.
Indago entre mis huesos,
me percibo en las sombras.
Es una soledad de labios cosidos,
de puerta que no se abre.
Un puente roto,
un templo abandonado.
Acaso
un desierto interminable.
de Osvaldo Rossi, Buenos Aires, Argentina
________________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario