en el cuarto de la siesta
el zumbido de las moscas
hace que los cuerpos,
abandonados a su suerte, se comporten
según las leyes de su materialidad aparente
y se muevan
moscas prodigiosas de las tardes calientes
manos y brazos espantan los
fantasmas
alguien sueña que es caballo
con una espectacular cola.
de Lila Pérez Ferretti, Ciudad de Buenos Aires, Argentina
Poema recopilado por la revista de literatura "Tamaño Oficio" Nº 30
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