30.11.08

Migración

La ida del canto
dejó al desnudo.

Extraña migración ésta.
Partieron las flores
de filosas laderas,
partió una historia de perfumes,
el eco que entonaba
tus sutiles caricias.

Se fue vaciando un íntimo aposento,
y se asomó imprevisto invierno
a todas las ventanas,
a todos los tiestos y jardines.

A su tiempo,
también yo debí partir.
No para consumar el abandono,
desacralizar las caricias rendidas,
sino para buscarte:
¡Oh, Canto!

Recuperar las flores
de las más altas cumbres.

de Jorge A.Montesano, (+2002), Buenos Aires, Argentina
Poema publicado en "Tamaño Oficio" Nº 32, octubre de 2008
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