Es tan extraño, amor, es tan extraño.Tan peregrino. Sutil y doloroso.
Es tan extraño este pensar, dormida.
Este soñar, despierta.
Es la hora de la flor y el insecto.
Y me salen violetas de los ojos.
Y pasan en tropel los álamos descalzos.
Y un toro negro y una yegua blanca.
Y se buscan a ciegas y se encuentran.
Y beben.
Y se beben y tragan el néctar de sus belfos.
Y no es la gloria de la carne.
Ni el corazón del muro.
Ni el semental. Ni el útero.
Es algo tan imperioso, tan urgente.
Es tan extraño, este salvarse de la muerte.
de Amelia Arellano, San Luis, Argentina
Poema tomado de www.artesanosliterarios.blogspot.com
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