A
veces, ser otra es una buena costumbre.
Inmigrante en una misma.
Los ojos como si fueran nuevos.
La mano que aprieta levemente
lo ajeno en una mano propia.
La otra que anda por ahí
sola, abandonada de una.
Esa que
retirándose del sitio que le dio cobijo
junta las palmas, agradece
observa el espacio, memoriza
Inmigrante en una misma.
Los ojos como si fueran nuevos.
La mano que aprieta levemente
lo ajeno en una mano propia.
La otra que anda por ahí
sola, abandonada de una.
Esa que
retirándose del sitio que le dio cobijo
junta las palmas, agradece
observa el espacio, memoriza
conserva
la inmensa prontitud
su presencia
cuando la paloma se lanza hacia la copa
del árbol trenzado sobre su cabeza
y se va
abrigadísima de Dios.
su presencia
cuando la paloma se lanza hacia la copa
del árbol trenzado sobre su cabeza
y se va
abrigadísima de Dios.
de Sandra
Cornejo, La Plata -Bs.Aires-, Argentina
De “Bajo los ríos del cielo”.
Sitio: http://www.tuertorey.com.ar/
4 comentarios:
"A veces, ser otra es una buena costumbre." ¡Este giro me encantó!
Eli More
Muy buen punto. Observar el entorno y mirarse desde otro ángulo a veces es un ejercicio necesario.
Maravilloso poema que reflexiona, agradece, memoriza y finalmente encuentra paz.
Sí sí sí, muy bello y muy bien dicho!!!
Marisol Mounier
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