entre orquídeas vestidas de
organza
es un misterio
que mira
las certidumbres
del mar.
Y su clímax
de pétalos devorados
llueve
sobre la mirada atónita
de cebúes poco asertivos,
ignorantes de su giba,
fieles custodios
de una divinidad
pasiva y acuosa.
Los acantilados del amor
se perfuman con los bisbiseos
del goce.
de Marcelo
Juan Valenti, Rosario –Santa Fe-, Argentina
De la revista “Hojas de palabras” N° 88, Ledesma -Jujuy-, Arg.
3 comentarios:
¡Qué hermosas imágenes componen este poema! Bellísimo.
Un poema muy interesante. Esas contraposiciones realzan el significante motivador.
El tema es bastante frecuente, sin embargo las inusuales metáforas empleadas lo elevan a otro nivel poético, felicitaciones.
Publicar un comentario