“Es a todo
lo abandonado por temor al abandono
que
en este trance canto sin presagios.”
Fernando
Sánchez Zinny
El poeta se empeña en cantar
cenizas
heredar tragedias.
Anticipa rituales de sangre
y pájaros apocalípticos.
Acude entonces a él
la noche más feroz
y deja un muerto
voluptuoso y digno.
De una dignidad intacta.
Ninguna soledad se le parece. Es hoja triste
rumor de letras
hierro vigía en el centro de la
tempestad.
El poeta
siembra su misterio al caer la
tarde
y en el borde impreciso del abismo
canta un salmo de Quevedo.
Es al fin la escritura que vence
al nombre propio
antes de morir.
De "Privilegio del silencio", sector 'Entre el gozo de la voz y la palabra'.
Su sitio: http://www.vinciguerra.com.ar/index.html
5 comentarios:
Bello, bello... muy bello!
María Eugenia Palmer
Atesoro estos versos: "El poeta siembra su misterio al caer la tarde...", hermoso indicativo del acto creacional. ¡Felicitaciones!
Entiendo que para la crítica literaria este poema se encuadra dentro del "ars poética". Mis plácemes.
Superlativo.
He leído el libro.
Libro de cabecera. Me encantó.
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