Breve fue ese tiempo de tiernas
voces
como las aguas cristalinas
reposan en secreto.
Cada tanto, ellas reaparecen
en las madrugadas de vigilia
para alejar a las sórdidas
criaturas
que nos instigan.
A veces, también acude en auxilio
el mago de la infancia, con su
vieja sentencia:
“Nada por aquí, nada por allá”.
De "Nada por aquí, nada por allá".
Más del autor: http://www.poemas-del-alma.com/luis-raul-calvo.htm
Entrevista: http://www.generacionabierta.com.ar/videos/texto/luisraulcalvo.html
4 comentarios:
Una historia compartida siempre vigente en el recuerdo.
Poema entrañable si los hay. Malala.
Bella conjunción de la nostalgia de padre con el lirismo poético.
La magia de las vivencias es formidable, excelente!
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