Soy
este óvalo delgado.
Un
cirio
al que
el oxígeno
le
corta la blancura.
Mis
dolores secretos.
La que
calla
su
materia viva.
Pasajera
de mi pequeñez
jugando
malabares con los huesos
cantaré
la no resurrección.
Por fin
mi mano a través de la piedra
por fin
mi verdadera fragilidad.
Apenas
estos bordes quemados.
Lo
intacto detrás de la sombra.
Marion
Berguenfeld, Buenos Aires, Argentina
De “Forense”.
Reportaje: https://www.lexia.com.ar/Reportaje_Marion_Berguenfeld.html
4 comentarios:
Es un poema extraordinario.
Bellísima composición poética.
Magnífico.
Excelente poema, excelente poeta. Sin duda alguna.
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