“Pesimismo de la
fortaleza”: ¿el que quiera sanar
debe enfermarse?
Mordí el anzuelo de
la muerte. Y ahora
estoy luchando como
un pez desesperado
por sobrevivir.
Los días se suceden
lentamente,
se parecen a mí. Y yo
ya no me parezco
a mí.
Cuarentena: exilio en
los cuartos
de la propia casa. Un
humo que
oscurece el fuego.
¿Adónde va el tiempo
que pasa?
Morir no es una
acción, sino una conjetura.
Un sueño que nadie
quiere soñar.
Héctor J.Freire, CABA, Argentina
Reportaje: https://www.lexia.com.ar/Reportaje_hector_freire.html
9 comentarios:
Escalofriante.
Increíble y apabullante reflejo de una angustia que no permite entrever alguna salida pronta y positiva.
'Impresiones' que impresionan por su fuerza sin concesión.
Excelente.
Me conmueve ese final pues aparenta ser fruto de una durísima opresión psicológica -.
Eli More
Admirable poema, de gran consistencia.
En estos tiempos tan sensibles cada quien escarba su propio laberinto.
Terrible poema de exilio interior. Oscuras imágenes de ésta realidad diaria. Mis felicitaciones por un poema tan sensible.
Poema sobrecogedor.
Gracias Héctor y Lina
Mi abrazo
Analía
Uauu, este poema me corta la respiración!! Saludos. Marta Colomaro
Sensibilidad y sentimiento a flor de piel. Realismo que se hace mágico en esa pluma que destila poemas y verdades.
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