22.7.20

El desahuciado


Desnudé mis ojos,
me saqué los zapatos,
el verso maltrecho.
Luego me vi extinguirme como un chispazo,
como una gota de papel picado en el ojo 

                                              del niño que no he sido.
No hay nada aquí. Sólo el vuelo del cuervo 
                                              rondando tanta muerte,
los huesos,
la flor desvanecida sobre un hierro candente,
la carta al otro  lado de mi sombra.

Me despedí de dios como pude.


Hugo Francisco Rivella, Salta, reside en Córdoba, Argentina
De "Ojo Astillado".
Biodata:  http://www.portaldesalta.gov.ar/rivella.htm

8 comentarios:

El AnVerso dijo...

Excelente poema. Muy fuerte.

Anselmo dijo...

Fuertísimo.

Ignacio Salazar dijo...

Este increíble poema asume un eje trascendental, felicitaciones al autor!

Anónimo dijo...

Cómo sobrellevar tanta angustia??

Naty Meyer.

Fernando Irazusta dijo...

Con ese final tan impactante el poema va mucho más allá de lo explícito.

Anónimo dijo...

Muy bueno tu poema, Hugo Francisco. Felicitaciones. Elena S. Eyheremendy

Jacinta dijo...

Emociona de principio a fin! Elocuentes metaforas. Excelente poema, gracias!

Analía Pascaner dijo...

Intenso y estremecedor tu poema, Hugo. Gracias.
Un abrazo
Analía