12.2.21

El cofre del pirata


Esos niños
cuya mirada busca
dioses que la justifiquen
cuentan los pasos
desde una roca
hacia un tronco seco
La piel de sus manos
se permite
el temple de un abrazo
Son una piedra
brillante y escasa:
un sol engarzado en el hueso
 

Daniel Rubén Mourelle, Buenos Aires, Argentina

De “Bradbury escucha al último marciano y otros poemas”.
Más poemas
https://www.lexia.com.ar/MOURELLE.htm

5 comentarios:

César Argüello dijo...

Interesante fantasía de un juego de cuentos.

Marisol Mounier dijo...

Las imágenes van dibujando este poema con un brillo de niños. Hermoso!

Anónimo dijo...

A mi parecer hay una incógnita latente en este bello poema.

Silvia Posse.

Analía Pascaner dijo...

Un gusto volver a leerte, Daniel. Gracias por tu sugerente poema.
Analía

Ariel Blumberg dijo...

Hermoso rescate del brillo de la infancia. Saludos.