EN LA MEMBRANA DE
LA ALUCINACIÓN
A lo largo de viajes sin temperatura
Y con el espejo castrado de un músico callejero
Se aclaraba tu murmullo
(...en la introducción a mi árbol
de hueso cocido por Cabalistas
andantes...)
Terráqueo
y ebrio de Dios.
Jorge Castañeda, Buenos Aires, Argentina
Del libro “La médula del río”.
4 comentarios:
Desde ya que se trata de un poema muy hermético. Gracias.
Difícil de roer... Digo, de entender!! Sergio Frattini
Breve, intenso y prácticamente impenetrable. Saludos.
Volátil y periférico.
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