Llegas junto al paisaje
con el verde de las flores cuando crecen,
a jugar con las águilas y el viento,
a volar con la luna en la mejilla.
Con mis alas desteñidas
cobijé las cicatrices del aire,
el retorno en el encaje
de la noche.
Bebí la ausencia en cada encuentro
el espejo de una mueca en
las baldosas,
¡como duele la luz en esta alcoba!
y las arrugas del cuerpo cuando cantan.
Norberto Barleand, CABA, Argentina
De “Orillas perdidas”.
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9 comentarios:
¡Qué hermosura de metáforas!
Marta Colomaro.
Muy buenas imágenes, concienzudas y nostálgicas.
Sergio Frattini
Literalmente me EN-CAN-TÓ !!!
Cecilia Gentile
Una increíble lírica, muy propia de Barleand. Saludos.
El poema parece dibujar una objetividad tremenda.
Humano, muy humano.
Belleza triste, tierna y verdadera. ¡Gracias Norberto!
nacido desde adentro. muy bello.susana zazzetti
Hermosas imágenes, tanta nostalgia y ternura en tu poema. Gracias Norberto.
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