24.6.21

La casa


Crees que al volver la encontrarás decrépita:
la humedad victoriosa en sus paredes,
sin el horizonte tibio que los cuerpos le daban.
Pero no: la casa vive entera,
engendra diálogos, crea otra intimidad
más honda que los besos, no alcanzada
por el ligero resplandor de la luz,
ya para siempre externa.
Las arañas reinventan las rutinas,
el metafísico rolido del tiempo.
Tal vez el óxido haya comido los metales,
pero todo está igual: eres tú el que se ha ido.
 

Rafael Felipe Oteriño, La Plata -Buenos Aires-, Argentina
De “Eolo y otros poemas”.
Más poemas del autor: https://literariedad.co/2018/11/18/oterino/
Su blog: https://lospoetasnovanalcielo.blogspot.com

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo se justifica con "el metafísico rolido del tiempo". Ortiz Figueras.

César Argüello dijo...

Gracias por difundir al gran maestro Oteriño.

Marisol Mounier dijo...

Una interpretación lógica y muy buen final.

Anónimo dijo...

Muy bueno. Da la sensación de que la casa respira. Anita Soleniuk.

Anónimo dijo...

maestro de la palabra. bellísimo. susana zazzetti.

Magdalena dijo...

¡Maestro!:la casa, con todo lo que encierra, lo que implica, cantada en tantos poemas entrañables. Aquí con una vuelta de tuerca final, con ese remate que lo resignifica todo. Bravo!!!

Analía Pascaner dijo...

Me gusta esa descripción de la casa con el remate final, inesperado para mí. Gracias Rafael.