7.10.21

Aunque

 

Aunque la muerte nos aleje de los hechos cotidianos
Se mantendrá la silla la cama la toalla la mesa...
Permanecerá la oración que había aprendido de mi madre
Que ahora recitas tú
Tú, que eres mi hijo.
 

María D’Alessandro, Buenos Aires, Argentina
De “Cuando aún no sabía ni leer ni escribir”. 
Biodata: https://epanadiplosis.wordpress.com/2018/05/01/maria-dalessandro-poesia-del-desarraigo/

6 comentarios:

Marisol Mounier dijo...

Historia de un legado místico. Gracias

Anónimo dijo...

Me gusta esta brevedad.
Pablo Vardé

Anselmo dijo...

Inductivo.

Santiago M. dijo...

Una oración sagrada, como un rosario a lo largo del tiempo.

Kirie Azul dijo...

Bendiciones por esa permanencia.

Analía Pascaner dijo...

Bello poema, es necesario conservar algo que trascienda. Gracias María.