Cuando las
horas
se detienen en un punto
donde negamos
nuestro propio nombre,
hay un perfume
de flores que se olvidan
y un dolor
que pulveriza los colores.
Vivimos
suspendidos
de una idea
que oscila entre nosotros
y la noche.
Horacio
Laitano,
Pergamino - Buenos Aires, Argentina
De “Las hojas y las
horas”.
Biodata: https://poetassigloveintiuno.blogspot.com/2010/09/1288-horacio-laitano.html
11 comentarios:
Muy bello, bellísimo poema. Felicidades
La metáfora final -segunda estrofa-, directamente es formidable.
Muchas gracias, Marisol. Saludos cordiales.
Muchas gracias por el comentario. Saludos.
Gracias, fue un gusto encontrar aquí este poemazo.
Mario Riccioni
Tremendo por su pragmatismo y por ese final tan cierto.
Me da tanto gusto encontrarte aquí en la página de Lina, Horacio.
Gracias por tu bello poema.
Mi abrazo y mis mejores deseos
Un poema que nos encuentra a veces en el disperso interior de nuestro ser.
Hola Analía, hermoso hallazgo en este poema; el que nos haya a muchos dispersos en el color diario
un placer ller un poema sensible donde me encuentro. susana zazzetti
Muchas gracias por los comentarios. Son muy gratificantes. Saludos.
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