Ella creía que la reflejaban los
espejos
que era esos dedos que hurgaban en el rostro
las lentas mutaciones
que era su pulóver sus zapatos
lo que recordaba y lo olvidado
que era una guirnalda detrás suyo
que era su cabeza
que era sus amigas sus trabajos
un hombre en una esquina. Una mañana.
Las casas que habitó sus cuatro barrios
que era las que era tras el portón borroso de
los sueños
que alcanzaba para ella el gentilicio
y la historia de un país incierto
el hambre la sed
o lo que amaba.
Luis Benítez, Buenos
Aires, Argentina
De “El poema de hierro”.
Más: https://www.poemas-del-alma.com/luis-benitez.htm
8 comentarios:
Muy bueno, me mató el final.
Es fantástico y me encanta!
Nada menos que de Luis Benítez, gran poeta y escritor.
Torres Bellant
Admirable poema. El no lugar del reflejo y de los sueños.
Representativo.
Un inquietante trasfondo del mundo y su historia.
Siempre un placer leerte, Luis, y me encanta verte en la página de Lina.
Muchas gracias.
Mi abrazo y mis mejores deseos cada día
conmovedor. placer leerte. . susansana zazzetti.
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