Lengua para hablar, y al hablar la
llamo.
Pero no acude, como si en su
actual condición
tuviese otro nombre. Tal vez
lo que cambió fue mi lengua,
se volvió a sus oídos
irreconocible.
Callo. Para no caer, trazo, con
tiza,
signos sin sentido alguno en una
pizarra;
abrazo una fe a la que hasta una
rata rechazaría
y bebo de un vaso vacío, a
pequeños sorbos,
en la hora en que el alba es una
hipótesis.
Carlos Barbarito, Pergamino -Buenos Aires-, Argentina
De “Radiación de fondo”.
Reportaje: https://www.lexia.com.ar/Reportaje_Carlos_Barbarito).html
6 comentarios:
Concienzudo.
Muy buen poema!
A mi criterio es muy inquietante.
Su segunda lectura, la que subyace, es admirable. Gracias!
Excelente poética conceptual.
Un gusto leerte, Carlos, como siempre. Gracias por tu poema.
Mi abrazo
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